Un cliente empieza a golpear a una prostituta. Un invitado levanta la tapa de una cacerola y encuentra la cabeza de un gato. Un hombre se siente perseguido por Napoleón Bonaparte. Otro medita sobre el espantoso destino que espera a una niña fea. Una mujer recuerda que un hombre que acaba de morir nunca compraba carne porque no tenía dientes, y estalla en carcajadas.
Son algunas de las perturbadoras historias que cuenta en Agua, perro, caballo, cabeza Gonçalo M. Tavares, uno de los autores con más proyección de las letras portuguesas. Con un lenguaje directo y sincopado, y con ecos de Kafka y Beckett, Tavares construye magistralmente un mundo repleto de violencia, misterio y accidentes: un lugar extrañamente familiar y levemente siniestro, en el que cuesta muy poco entrar pero que resulta muy difícil de olvidar.
Cada uno de sus libros (o sus series de libros) es un caleidoscopio que manipula la realidad para observarla mejor. (Alberto Manguel)
No tiene derecho a escribir tan bien. Dan ganas de pegarle. (José Saramago)