Una joven prostituta recorre una ciudad nocturna de límites imprecisos, quizá Tel Aviv. Se hace llamar Libby, «corazón mío» en hebreo. La miran tanto los hombres como las mujeres: «No soy guapa, se acostaban conmigo», repite como en un salmo o una confesión, pero no se deja atrapar por las miradas ni por las palabras. Sube y baja de coches con chóferes lacónicos y comparte momentos de humor y sororidad con otras trabajadoras sexuales. Su vida es como un sueño que le sucede a otra persona, una suma de violencias y una forma de libertad en la que no se puede ser libre.
El debut narrativo de la israelí Maayan Eitan, que causó un enorme revuelo al publicarse en su país, ha sido saludado como una singularísima obra maestra. En breves y alucinados capítulos de alto voltaje literario, Amor narra a la vez la verdad y la mentira, aquello que sucede y aquello que debería suceder. Combina el aliento lírico de un Cantar de los cantares con la inversión moral (la contemporaneidad) de Jean Genet, Thomas Bernhard o la serie Euphoria, y se hace inolvidable gracias a su protagonista, la turbadora Libby, descarnada y huidiza bajo la atención paralizadora del deseo masculino.
«La prosa desprende una furibunda energía y la narración es brutal e implacable. El debut de Maayan Eitan, intensamente vívido, lírico y crudo, es tan conmovedor como perturbador.» Kirkus
«Respiración entrecortada y palpitaciones son los efectos que provoca Amor a los lectores que se embarcan en este viaje intelectual y emocional. Una novela escrita con un talento impresionante.» Gili Izikovich, Haaretz Literary Supplement
«Amor es una pequeña obra maestra. Sirviéndose de herramientas en apariencia realistas, Eitan presenta un mundo verosímil y permite que el horror lo ataque desde sus entrañas, con lo que logra una suerte de efecto de pesadilla surrealista. Eitan nos engaña, y lo hace a propósito. El engaño actúa a modo de venganza tanto en el lenguaje como en el relato y, sobre todo, en los lectores, que también son copartícipes de aquello sobre lo que no se puede escribir, aquello que sólo se puede contemplar desde fuera. Un libro para lectores voyeurs. Tan hermosamente escrito como un informe fiscal. Como un cuchillo.» Ilana Bernstein, autora de Tomorrow We Will Go to the Amusement Park