Elvira Sastre se define a sí misma como: "resistente de lo imposible y soñadora de lo ingenuo". Abre nuevas ventanas y deja que la luz de su tradición poética se tamice en sus versos, dotados de una fuerza arrolladora que nunca nos deja indiferentes. Su obra habla de amor y desamor, de sexo y amistad, de soledad o tristeza, y lo hace con verdades nítidas que contagian al lector.