«Ahora hay más reyes en el reino que ratas en un castillo», afirma uno de los personajes de Choque de reyes. Y es que después de la sospechosa muerte de Robert Baratheon, el monarca de los Siete Reinos, su hijo Joffrey ha sido impuesto por la fuerza, aunque quienes realmente gobiernan son su madre, un eunuco y un enano, como dice la voz del pueblo. Cuatro nobles se proclaman, a la vez, reyes legítimos, y las tierras de Poniente se estremecen entre guerras y traiciones. Y todo este horror se encuentra presidido por la más ominosa de las señales: un inmenso cometa color sangre suspendido en el cielo.