ELISABETH KARIN PAVÓN RYMER-RYTHÉN
Como cualquier adolescente, Elisabeth no tiene una vida sencilla: sus padres se han divorciado, ha cambiado de instituto, sus notas han bajado y las personas salen de su vida igual que entran... Pero a pesar de esta montaña de pólvora, hay algo que la diferencia del resto: Elisabeth tiene a Nore.
Nore la acompaña a todas horas, hace que se sienta segura y le dice lo guapa que está cuando pierde peso. Nore también le prohíbe comer, le controla las calorías y le echa bronca si no le hace caso. Y Elisabeth la escucha. Hasta que, un día, su cuerpo llega al límite y es ingresada en la Sala Blanca, donde los monstruos como Nore no pueden entrar.