La reportera Sally Hayden estaba en su casa de Londres cuando recibió un mensaje en Facebook: «Hola, hermana Sally, necesitamos tu ayuda». El autor se identificaba como un refugiado eritreo que llevaba meses recluido en un centro de detención libio, encerrado en una gran sala con cientos de personas más. La ciudad se desmoronaba en una refriega entre facciones enfrentadas, y ellos permanecían atrapados, indefensos, con una única esperanza: ponerse en contacto con ella. Hayden se había topado con un desastre de derechos humanos de proporciones épicas. A partir de este mensaje, se inicia un asombroso relato sobre la crisis migratoria en todo el norte de África, en un innovador trabajo de periodismo de investigación basado en entrevistas con cientos de refugiados y migrantes que intentaron llegar a Europa y quedaron atrapados en Libia, una vez que la Unión Europea comenzó a financiar las interceptaciones en 2017. Este es un retrato íntimo de la vida de estos detenidos, y una condena a las ONG y a las Naciones Unidas, que abdican de las normas internacionales.