El deseo es que juntos, padre e hijo, se adentren en un mundo de imaginación. Que el ser adulto suelte su mente y se conjugue con su ser de niño. Y que ambos niños vuelen al descubrimiento de su ser esencial. Dejarse llevar es despertar a otras visiones. Vivir una experiencia espiritual. Escucha una meditación cada día, y haz el ciclo de las 21 meditaciones continuas. De algo puedes estar seguro, que todo lo que me ha movido a construir este proyecto no es más que el Amor. Ese que espero despertar profunda-mente en ti y en mí.