¿Qué oscuros secretos se esconden en el bosque de los espíritus?
Liska sabe que la magia es una abominación y que quienes la practican son unos monstruos. Ella ha hecho todo cuanto está en su mano para reprimir sus poderes, pero las consecuencias de sus actos han sido nefastas. Desesperada por librarse de la magia, Liska huye del pueblecito donde vive y se adentra en el peligroso bosque de los espíritus; un lugar plagado de demonios donde pretende encontrar la mítica flor del helecho, puesto que arrancarla le permitirá pedir un deseo con el que renunciar a sus poderes. Todo aquel que va en busca de dicha flor acaba sufriendo indescriptibles horrores. Así que, cuando Liska cae en las garras del Leszy, el demonio que guarda el bosque, hacer un trato con él parece una mejor opción que la muerte: a cambio de la flor del helecho y su deseo, tendrá que pasar un año a su servicio.
Tras verse arrastrada a la destartalada mansión del Leszy, Liska no tarda en descubrir algo inquietante: no es la primera persona que hace un trato similar con el guardián del bosque, y todos sus predecesores han desaparecido en misteriosas circunstancias. Si Liska quiere regresar con vida a su hogar pasado el año, deberá desentrañar la maraña de secretos de su taciturno anfitrión y enfrentarse a los fantasmas de su pasado, tanto en sentido literal como figurado. Porque algo letal y despiadado se está despertando en el bosque. Incluso el Leszy lo teme
y la única forma de derrotarlo es que Liska abrace esa versión monstruosa de sí misma en la que siempre ha temido convertirse.