Sé fuerte, niña mía, porque en el Ebonwilde los lazos se romperán y la sangre correrá. Levántate, niña mía, deja a un lado tus miedos, endurece tu corazón y lucha». Cuando Aurelia despierta en un ataúd de cristal de un sueño inducido por la magia, se encuentra frente a un salvador que no esperaba, en un cuerpo que no comprende y en un mundo que ya no reconoce. Desesperada por saber qué pasó después de lo ocurrido en Greythorne, todo lo que Aurelia quiere es recuperar su vida y reunirse con aquellos que ama y ahora ha perdido; pero cuando un plan apocalíptico está a punto de desencadenarse, se ve obligada a desentrañar los oscuros secretos del pasado antes de que pueda tener esa oportunidad. Con el destino de la humanidad sobre sus hombros, Aurelia deberá aventurarse en el corazón del Ebonwilde y enfrentarse a las partes más oscuras del bosque y de sí misma.