Sería difícil exagerar la importancia de Einstein no sólo en la historia de la ciencia, sino en la del pensamiento en general. Tras la publicación de sus dos teorías de la relatividad (especial y general), los conceptos fundamentales en torno a los cuales se articula nuestra comprensión del mundo cambiaron para siempre: el tiempo, el espacio, la masa y la energía adquieren un nuevo significado en la física posteinsteniana. Pero la misma insistencia con la que se ha subrayado su importancia se ha empleado en destacar el carácter antiintuitivo de la teoría, que desafía, se nos dice, nuestros esquemas naturales de comprensión. Antonio Acín, investigador del Instituto de Ciencias Fotónicas, se propone en este libro demostrar precisamente lo contrario, proporcionando al lector las pistas para entrar en la lógica de la relatividad y descubrir así su maravilloso carácter intuitivo.