STIG DAGERMAN es sin duda uno de los referentes en cuanto a las letras escandinavas. Sin embargo, podemos decir que en muchos ambientes hay cierto analfabetismo respecto a sus perspectivas políticas. Este pequeño libro que tienes en tus manos es un abrebocas a su pluma desde la orilla de la rebelión y el anarquismo.
«El criterio de anomalía de un sistema social no estriba solo en la irritante injusticia en el reparto de la comida, la ropa y las posibilidades de la educación, sino que ha de alcanzar también a la autoridad temporal que inspire el miedo entre sus administrados. Los sistemas basados en el terror, como el nazismo, muestran al instante su naturaleza por una brutalidad física que no conoce límites, pero una reflexión algo más profunda lleva a la conclusión de que los sistemas estatales, por más democráticos que sean, hacen recaer sobre el común de los mortales una carga de angustia que ni los fantasmas ni las novelas policíacas pueden igualar..»
Escritor sueco, Stig Dagerman nació en Älvkarleby en 1923 y se quitó la vida en Enebyberg en 1954. Fue un destacado autor de las letras escandinavas, además de un importante activista anarquista en su país. Dagerman escribió toda su obra entre los veintiún y veinteséis años; su producción la componen novelas, obras de teatro, novelas cortas, cuentos, ensayos y poemas.
Entre sus títulos traducidos al castellano se cuentan La serpiente, Nuestra necesidad de consuelo es insaciable, Un hombre desconocido, Dónde está mi jersey islandés, Niño quemado y Memorias de un niño. En 1946 Dagerman viajó por Alemania como corresponsal del Expressen y ocho años después, a los 31 años, se suicidó, creando con ello el mito de joven escritor brillante y melancólico.