Tras años de luchas y victorias, Julio César conquista la Galia. En Roma, sin embargo, los adversarios del gran líder, temiendo su creciente poder, quieren enjuiciarlo e incluso su principal colaborador y amigo, Tito Labieno, lo ha abandonado. Justo cuando parece que sus opciones se acaban, César lanza los dados y sorprende a todos: cruza el Rubicón acompañado únicamente de la XIII legión y avanza imparable hacia Roma, desatando la guerra civil. Tras ser nombrado César, cruza el Adriático para enfrentarse a Pompeyo y a su enorme ejército, mientras Ortwin y Quinto Labieno, el hijo de Tito, se enfrentan en el campo de batalla, en el que también está en juego el amor de la princesa Veleda. Es finalmente en Farsalia, gracias a una jugada impredecible, donde el dictador obtiene una contundente victoria, convirtiéndose en el amo absoluto del imperio romano. A pesar de todo, la guerra continúa y los destinos de Tito y Quinto Labieno, Ortwin y Veleda aún están lejos de apagarse.