Salvador Nkó es raptado en la costa occidental africana y vendido como esclavo a traficantes portugueses, en la Cartagena de Indias del siglo XVI, desde donde comienza a recordar su vida antes del fatídico suceso que lo separó para siempre de su padre y su tribu. En el camino, aprenderá la lengua de los españoles y las creencias de los buenos cristianos, será bautizado y se dará cuenta de cuán distinto era su mundo, ese en el que escuchaba los sonidos de la selva y aprendía el sagrado oficio del curandero.