Ya desde muy pequeño, Bertrand Russell se caracterizó por su espíritu disquisitivo; no había tema o axioma sobre los que no tuviera una pregunta. Admirador de Euclides desde los once años, para Russell las matemáticas se convirtieron en una pasión de por vida. Lector voraz, estudioso y autodidacta, profundizó en la poesía, la filosofía, la historia, la política, la ética, la metafísica, la filosofía matemática, la epistemología y la filosofía de la ciencia, interesándose en las polémicas y los temas que definieron su época: el imperialismo, el libre comercio, el sufragio femenino y la Primera Guerra Mundial. En El ingenio y la sabiduría de Bertrand Russell, el ganador del Premio Nobel de Literatura en 1950 nos da una muestra de la aguda lógica de su mente. Una selección que nos permite descubrir a un pensador que discurrió con fluidez y profundidad sobre una asombrosa variedad de asuntos, convirtiéndolo en una de las figuras más lúcidas y productivas del siglo XX.