Él respiró profundo y exhaló. La miró y supo que la deseaba. Pero no así. No como uno de los hombres con los que la obligaban a estar. Y no aquí, donde ella tenía que hacer lo que ellos querían. Pero sí la deseaba. Nunca había estado con una chica. Ella sería su primera. A su edad, dieciocho, esto le daba tanta vergüenza que cuando le preguntaban, mentía. Sí, decía siempre, sí, había estado con varias. No daba detalles, haciéndose el tímido.