La amistad se forja día a día. De este roce continuo y callado, sin estridencias ni pasiones arrebatadoras, nos habla el álbum de Marianne Dubuc con una sensibilidad que gana al lector imagen a imagen, palabra a palabra. El tiempo transcurre afianzando una amistad fortuita en la que cuentan los silencios, las ausencias y la certeza de formar parte del otro. (Premio Álbum Ilustrado del Gremio de libreros de Madrid)