Esta es la historia de Pedro Caballero, un joven del barrio Calvo Sur, hijo de un hombre enigmático y de presencia intermitente, que tiene su familia y su vida oficial en otro lugar de Bogotá. Pedro está acostumbrado a crecer en los márgenes. Asiste a un colegio de hombres que ahonda su soledad, y su fascinación por el Cristo que cuelga en la iglesia es en realidad una fascinación por el cuerpo masculino: Jesús es su primer amor. Al terminar el bachillerato, sale de su casa chica y viaja a Estados Unidos -a finales de los ochenta- con el propósito de romper la coraza que lo aprisiona y ampliar su mundo. Pero allí encuentra nuevos cercos: el virus del VIH y las restricciones del lenguaje.