A lo largo de esta obra, Desiderio Erasmo, más conocido como Erasmo de Rotterdam (1467-1536), uno de los personajes más influyentes en la Europa de su época, parece querer convencer al mundo de que la Insensatez, la Estulticia o la Locura son el origen de todas las bondades, diversiones y deleites que el ser humano disfruta. Acompañadas de la ebriedad, la adulación, la pereza, la ignorancia..., reclama sus méritos con desfachatez y gracia, en un discurso impregnado de ironía que Erasmo dedica a su amigo Tomás Moro.