Gabriela Mistral no es solo la autora de una obra poética fundamental y trascendente en la literatura chilena e iberoamericana del siglo xx, con proyección al xxi, sino que a la par, también, una mujer-ciudadana en su tiempo y ahora y en porvenir. Se diría conciencia viva de una época que resume en sus recados y ensayos el ritmo vital de Chile, la faena de una América y la visión del mundo. Durante su vida no estará ajena a los acontecimientos políticos, sociales, educacionales, mujeriles, agrarios, indigenistas e ideológicos que le tocó vivir tanto en sus años de permanencia en Chile como en los otros muchos de su errancia por el mundo. Tales sucesos no la iban a dejar indiferente, estuviera donde estuviera: en Santiago de Chile, en Ciudad de México, en Niza, en París, en Lisboa, en Nueva York. Así nacerán sus lacerantes, elocuentes e indesmentibles artículos (casi ensayos de pasión y de verdad) que testimonian ese hablar por su voz a las muchas mujeres de su pueblo.
De la hondura y belleza de artículos, recados y ensayos que forman este libro político político en el desvivir y en el hacer la historia crítica y ciudadana de una época surge, sin leyenda alguna, una insufrible demócrata llamada Gabriela Mistral. Hija de la democracia chilena, la única la democracia y ella en su honra y en su verdad.