¿Qué implica pensar situadamente, desde una historia, un lugar y un cuerpo atravesados por relaciones afectivas? ¿Cómo podemos emanciparnos en medio de un horizonte capitalista que parece atrapar nuestros anhelos y deseos? ¿Qué podemos hacer para persistir en un mundo que se siente cada vez más devastado y sin futuro? ¿Cómo relacionarnos con afectos que, como la rabia y el resentimiento, pueden sujetarnos a condiciones de injusticia, pero también abrirnos la posibilidad de confrontarlas? ¿Cómo concebir instituciones y formas de organización estatal que permitan contrarrestar la arruinación del mundo que experimentamos cada vez más? En Espacios afectivos, Laura Quintana se enfrenta a estas y a otras preguntas en un diálogo fecundo con Damián Pachón, quien con agudeza lee entre líneas las obras anteriores de la autora para ensayar una síntesis de su pensamiento. De forma sencilla y austera, aunque con un estilo que quiebra las formas hegemónicas de decir y pensar, se invita al lector a profundizar en cuestiones como los afectos, los conflictos, las violencias que nos atraviesan y los deseos de enfrentarlas. Así, el diálogo con un otro se convierte en la ocasión de reflexionar sobre cuestiones centrales que asedian a la reflexión crítica actual.