Más que un análisis del trabajo como educador del agrónomo, este ensayo es una sintesis profunda del papel que Freire asigna a la educación comprendida en su perspectiva verdadera, que no es otra que la de humanizar al hombre, en la acción consciente que este debe hacer para transformar el mundo. Muestra como la acción educadora del agrónomo, al igual que la del maestro en general, debe ser la de comunicación, si es que quiere llegar al hombre, no al ser abstracto sino al ser concreto insertado en una realidad histórica.
Más que un análisis del trabajo como educador del agrónomo, este ensayo es una síntesis profunda del papel que Freire asigna a la educación comprendida en su perspectiva verdadera, que no es otra que la de humanizar al hombre, en la acción consciente que éste debe hacer para transformar el mundo. Muestra cómo la acción educadora del agrónomo, al igual que la del maestro en general, debe ser la de comunicación, si es que quiere llegar al hombre, no al ser abstracto sino al ser concreto insertado en una realidad histórica.