Homosexualidad y heterosexualidad se ven hoy como dos formas de existir perfectamente separadas, al extremo de que decir de alguien que es gay (o hetero) es definir su esencia, como cuando uno dice esto es un alce y esto es un ciervo.Y sin embargo hasta que, en 1869, se instituyó la identidad homosexual (en la misma época en que los borrachos se convirtieron en alcohólicos y la gente violenta en sádicos), nunca en la historia se había trazado una línea divisoria clara en este aspecto. Hasta entonces, sólo existían dos tipos de actos sexuales, homosexuales y heterosexuales, pero no existía un concepto establecido de identidad sexual.
Este libro relata ese proceso de construcción de la identidad homosexual.