El pequeño y gélido pueblo de Waitsfield, en el estado de Massachusetts, es todo lo que Ruthie ha conocido en su vida. Si bien una vez fue la tierra de los primeros colonos y residieron allí las familias más ilustres del país, a finales del siglo XX se ha convertido en un lugar sórdido y decadente, marcado por la violencia y las diferencias de clase.
Forjada en este paisaje helado, Ruthie ha vivido siempre acompañada de una fuerte sensación de insuficiencia. La suya no es una de esas infancias pintorescas de Nueva Inglaterra, sino una de juguetes usados, saldos de fábrica y leche en polvo. La vergu¨enza, heredada de sus orígenes inmigrantes, cubre todos los aspectos de su vida, como la nieve espesa que regularmente entierra casi todo en Waitsfield. A medida que crece, Ruthie irá descubriendo las terribles historias que se esconden tras las pomposas fachadas de su vecindario, y comprenderá lo difícil que es escapar del legado de daño y abyección que se extiende tanto por su línea familiar como por la de sus amigas del colegio, cuyos destinos parecen abocarse irremediablemente al desastre.
A medio camino entre el retrato social y el drama psicológico, la primera novela de Sarah Manguso es una mirada despiadada a la blancura estadounidense y una visión escalofriante de la sociedad americana fuera de las grandes ciudades. En definitiva, una obra rotunda, escrita con una prosa arrolladora, sobre cómo los lugares muy fríos engendran gente muy fría.