Cuando la desaparición del libro físico sea inminente, las reliquias en los museos sean devoradas por el fuego censor y de la arqueología de la lectura no quede nada, yo atesoraré aún más esta saga de antologías del Grupo Ta.li.U.M., no por mi nombre como editor, sino porque el genio de la literatura le permitió a cada autor cuestionamientos y transformaciones de algunas realidades en ficción, desde ese ilusorio universo en sus mentes, con versos o tramas, para enfrentarse a un tiempo de injusticias, muerte y desinformación. Los doce trabajos poéticos dan cuenta de introspecciones recreadas en múltiples ámbitos de la cotidianidad; los veinte narrativos apuntan a secuencias que transitan las fronteras de lo onírico en personajes que encontraron su voz, y la novedad de cinco trabajos académicos para invitar a talleristas y lectores a trascender la creación artística hacia la escritura de ensayos tan necesarios para la literatura local. En definitiva, 30 protagonistas, entre ellos 17 estudiantes y 11 graduados, entre dos docentes y mi persona. Si este libro llegó a tus manos, atesóralo como el último, léelo, sácate una selfie y compártela en tus estados, porque ya no volverás a ser el mismo.