¿Hay lugar para la espiritualidad en la era de la revolución científico-técnica, la inteligencia artificial, el transhumanismo, la robótica, la crisis ecológica y el avance del neoliberalismo?
En este ensayo, el teólogo Juan José Tamayo, consciente de que va a contracorriente, responde afirmativamente. La espiritualidad es una de las dimensiones fundamentales del ser humano, como lo son la corporalidad, la sociabilidad, la subjetividad y la intersubjetividad, la racionalidad, la imaginación y el carácter utópico. Implica cargar con la compleja realidad que nos toca vivir para desvelar todo tipo de desigualdades en aras de una transformación hacia una sociedad mejor. En la espiritualidad es donde se juegan la verdadera identidad del ser humano, su humanización o deshumanización, su carácter conformista o cuestionador.
El autor propone un nuevo paradigma de espiritualidad: liberadora, integral, interidentitaria, pacifista, ecofeminista, antiimperialista, compartida con las personas no creyentes, solidaria con los colectivos más vulnerables y conforme al tiempo de interespiritualidades que estamos viviendo. Con la misma convicción de André Malraux, para Tamayo el siglo xxi será espiritual o no será.