El pueblo donde Leigh ha crecido es tranquilo, regido por unas costumbres y creencias muy estrictas. Allí se ha pasado la vida siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Es un pueblo donde no se recibe con mucha simpatía a los recién llegados, así que cuando los Stein se mudan a la casa de al lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Stein son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Parecen el retrato perfecto de una familia perfecta, pero ¿es así? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección?
Cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos se preguntan si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al infame, arrogante y frío Heist.