Este libro es, en palabras de su autor, «una meditación a partir de asociaciones libres a partir, precisamente, de mi asombro sobre cuarenta imágenes y conceptos, santos y rituales» del cristianismo. Se trata de encuentros o confrontaciones que desvelan aspectos del arte cristiano inéditos para el creyente convencional, pues la mirada del foráneo (en este caso, la del musulmán) es a veces capaz de devolver la belleza y la gracia, el temor y el temblor a las historias y escenas, a los personajes y objetos representados o evocados en determinadas obras de arte. Navid Kermani invita al lector a compartir su experiencia estética y religiosa.