Tres son las epopeyas indiscutibles de la antigüedad: La Ilíada, La Odisea y La Eneida. Fiel reflejo de un mundo mitológico, poético y realista, estos poemas épico-heroicos tienen a veces la sugestión de un auténtico libro de viajes. La Eneida, escrita por Virgilio en el siglo I a. J. C., fue salvada de la destrucción del Emperador, que se opuso a la voluntad del autor, que mandó quemar el manuscrito. En ella se recoge la leyenda de que los emperadores romanos descendían de los dioses, y Eneas es su héroe central. Esta obra maestra, ilustrada por Jaime Azpelicueta, ha sido traducida directa y literalmente del latín por el profesor Vicente López-Soto.