"Después de ser padre, y tras un tiempo de recapacitación, volví a sentir confianza en mí mismo; me dí cuenta de que buena parte de mis depresiones habían venido por las drogas y me replanteé todo. Saqué La energía de los esclavos, un nuevo libro poético de textos en verso libre... son quizás mis versos favoritos. En ellos di rienda suelta a todo el cinismo que llevaba encima, un caústico examen de la política y de las guerras que asolaban el mundo, pero No pretendí dar soluciones, sino mostrar esa angustiosa impotencia que a todos nos atenaza".
Leonard Cohen, Canadá, 1943.
Traducción de Antonio Resines.