Encontró unos granos de trigo, los sembró, recogió la cosecha, fue al molino, horneó el pan... Pero ni el perro, ni el gato ni el pato le ayudaron a hacer todo ese trabajo, los muy cómodos y holgazanes.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información