El pequeño lirón tiene una mantita favorita, abrigada, suave, que lo abraza y se deja abrazar. ¡Y es solo suya! Hasta que varios animalitos se la piden prestada.
La ardilla, el lirón color avellana, el topo, el caracol y el murciélago necesitan ayuda. Le piden la mantita, solo por un rato, al pequeño lirón. Al principio duda, pero luego la va compartiendo con sus amigos para resolver así sus problemas, uno a uno.
Una tierna y divertida historita del pequeño lirón que se suma a los éxitos anteriores El pequeño lirón que no podía dormir y El pequeño lirón que no podía despertar.
Las ilustraciones, tan adorables como siempre, arropan el texto como si fuesen la mantita favorita del pequeño lirón.
Un libro que habla de la importancia que tiene para los niños pequeños la típica mantita, oso de peluche o cualquier otro objeto de consuelo. Y, por otra parte, propone un juego creativo que muestra cómo compartiéndola con los amigos, la mantita resulta mucho más amorosa, abrigada, querible y puede consolar y ayudar a todos.
Quizá los pequeños no quieran prestar este libro al principio, pero luego comprenderán que si lo hacen será mucho más divertido y se sentirán más tranquilos y acompañados.