ZUÉ LORENZO COBARÍA / IL. LAURA PATIÑO
La mamá de la lluvia y otros cuentos
Este libro reúne ocho cuentos cuyos personajes, tramas y escenarios son oriundos de Güicán de la Sierra, un pueblo ubicado en las faldas de la Sierra Nevada del Cocuy que goza de una fantástica tradición oral de indígenas y campesinos.
Su autor, el escritor Zué Loenzo Cobaría creció allí, en las tierras más altas de Boyacá, escuchado las historias que los indígenas Uwa contaban sobre los espíritus de la naturaleza, y las anécdotas que sus abuelos le contaban sobre apuestas, borrachines, hechiceras, parteras, culebreros y milagros de la Virgen Morenita, la santa patrona del pueblo, cuyo manto cobija día y noche al pueblo y sus habitantes.
En Güicán de la Sierra cada tanto se aparece el diablo; allí vivió un cura pícaro tan odiado como amado; allí hubo un domador de caballos que se jugó el alma por su alazán; allá está la señora que atestiguó un milagro en el precipicio donde murió su esposo; en esa región hay altivos galleros y hermosas caponeras; más de una vez un culebrero llenó la plaza punta de labia, ungüentos y curas para el desamor; y a las afueras del pueblo hay una casa embrujada donde los incautos hoy van a tomarse fotos para torear a los fantasmas. Allá, bien arriba, vive la mamá de la lluvia cuidando a los glaciares y a los ríos recién nacidos, y bien adentro en el inmenso páramo hay una pequeña laguna cuyas aguas sanan las enfermedades del cuerpo y del alma.
Son parte del paisaje de la región y de las páginas de este libro el imponente cerro Pan de Azúcar, el peñón de los Muertos, la cueva de la Cuchumba, picos nevados como el ritakua blanco y el ritakuba negro, y, gobernando las alturas, el intimidante púlpito del Diablo. En estas ocho historias se manifiesta la íntima relación que hay entre ese entorno geográfico y quienes lo habitan desde hace siglos: Abundan en ellas enseñanzas sobre valores, prácticas, remedios y prohibiciones que tanto lugareños como forasteros deben conocer de la vida en el bello pero indómito y sagrado páramo, todo para aprender a convivir con la constelación de espíritus guardianes y espantos que lo conforman, se lee en el prólogo de Adriana Campos-Umbarila.
Escrito con una prosa de estilo costumbrista y con un lenguaje en el que abundan expresiones y dichos de sabiduría campesina, La mamá de la lluvia y otros cuentos de Güicán de la Sierra es un viaje por la oralidad, la geografía y los seres místicos que habitan en la mágica región de Güicán. Es un libro cuya lectura nos envuelve como si estuviéramos escuchando sus cuentos en la voz de los abuelos, al calor de una chimenea o un horno de leña, disfrutando un canelazo a son de suspenso, premonición, prodigios y muerte.
Lo acompañan las ilustraciones de la artista Laura Patiño, un deleite visual que nos transporta a la ruralidad del bosque alto andino, que nos transmite el suspenso de varias escenas en uno y otro relato y que nos permite experimentar la majestuosidad de los picos nevados y los parajes sagrados de la Sierra.
Zué Lorenzo Cobaría Tiene una licenciatura en Artes Plásticas, una especialización en Didáctica del Arte y otra en Pedagogía Audiovisual. Durante más de veinte años fue docente de artes plásticas en colegios de Bogotá. Es autor de Tejiendo recuerdos con decires y cantares, un libro de folclor literario, y varios de sus cuentos han sido incluidos en las antologías Historias en yo mayor, Cuentos del altillo, El pajuil y otros cuentos, Gaticinio miautología, Mapas para extraviarse, Punto de encuentro, Segundo Heptamerón y Tragedia de un gato que quería ser perro. Zué Lorenzo Cobaría está dedicado a juntar saberes y a escribir para no dejar morir las historias, las leyendas, los cantares y los cuentos de la tradición popular.
Laura Patiño Estudió Literatura en la Universidad Nacional de Colombia y desarrolla su obra como artista e ilustradora de manera autodidacta. Su trabajo ha sido publicado en el Boletín Cultural del Banco de la República y en revistas independientes de poesía, como La Trenza. En 2022 hizo un tarot para la Gerencia de Literatura del Instituto Distrital de las Artes (Idartes), e ilustró la novela Dos veces Alicia (Ediciones Vestigio). En sus dibujos, Laura explora los vínculos que hay entre la naturaleza, el ser humano y los territorios que este habita, expresión que se refleja en cada una de las ilustraciones de La mamá de la lluvia y otros cuentos, hechas en tinta, con retoque digital.