La Marquesa de Yolombó narra los avatares de Bárbara Caballero, hija dilecta de una familia de fuertes raíces hispánicas radicada en Yolombó, rústica aldehuela que vivirá un esplendor minero y su posterior decadencia en el último periodo de la colonia y los inicios de la república. Bárbara, mujer de singular gracejo intelectual, aunque carente de encanto físico, asume la dirección de las minas de su familia y termina recibiendo por parte de los reyes de España el premio de la honorabilidad. En el ascenso social de Bárbara, convertida en Marquesa, se presenta el gran fresco cultural del pueblo que Tomás Carrasquilla edifica con la maestría del orfebre.
Pablo Montoya, en la introducción