En el relato que le da título al volumen, un hombre al que ha dejado su mujer, cuyo hijo le ha dicho que es un cero a la izquierda y a quien incluso su obeso gato ha abandonado, es conminado por el dueño del circo en el que trabaja a sustituir al hombre bala. Ignorando las advertencias de los payasos que ante el delirio del público lo invitan a reflexionar sobre los peligros que aquejan semejante profesión, el hombre se mete a trompicones en el cañón y sale disparado muy fuera del blanco hasta hacer un boquete en la carpa de circo. Vuela y mira su ciudad, su mundo y a todos aquellos que lo han abandonado desde las alturas y encuentra ahí su nueva vocación.
Keret es un escritor todoterreno que puede fabricar una tensión digna de la mejor tradición del cuento corto, lo mismo a partir de un niño que quiere llevarse la caja registradora de una juguetería como regalo («escoge lo que tú quieras», le dijo el padre), o imaginar un Estados Unidos distópico en donde Donald Trump se reelige para un tercer mandato. Con el ejército diezmado por una cruenta guerra contra México, el presidente norteamericano recurre a un perverso juego estilo Pokemón para reclutar niños y adolescentes que se convierten en mortíferos soldados.