En La playa, una madre primeriza tiene que dar a luz en circunstancias de vida o muerte. Su propia madre se aleja de ella en ese preciso momento, cuando más la necesita. Comienza entonces una profunda indagación en los pensamientos de esa madre primeriza y en peligro.
No es este un libro sobre la maternidad. O no sólo. Más bien la maternidad es una analogía de esos claroscuros que nos impone la vida, a hombres y a mujeres, sus contradicciones, el perdón que no llega, el odio inevitable y, por encima de todo, el amor. En la raíz de todo aquello que sustenta este libro, en la maldad y en la bondad, en la luz y en lo tenebroso, se encuentra ese amor, a veces distorsionado, otras cristalino, pero siempre con la complejidad y verdad que conlleva este sentimiento que nos pertenece a todos.