Este libro relata cómo un grupo de reformadores obreros del siglo XIX se apropió de la tradición republicana y la radicalizó. Estos «republicanos obreros» tomaron su definición de libertad de una larga tradición de teoría política que se remonta hasta las repúblicas antiguas. En esta tradición ser libre significa ser independiente de la voluntad de cualquier otro y ser dependiente significa ser un esclavo. Tomando pie en estas ideas, los reformadores obreros defendieron que los trabajadores asalariados no eran libres dada su abyecta dependencia respecto a sus empleadores. Los trabajadores de una cooperativa, en cambio, se consideraban libres porque controlaban su trabajo de forma igualitaria y colectiva. Aunque estos republicanos obreros son relativamente desconocidos, este libro detalla su perspectiva única, contemporánea y valiosa tanto de la historia estadounidense como de la organización de la economía.