Entre los números primos hay algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos gemelos, pues, aunque permanecen próximos, entre ellos se interpone siempre un número par.
Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha escogido para narrar la historia de Alice y Mattia, dos personas cuyas vidas han quedado condicionadas por las consecuencias de sendos episodios ocurridos en su niñez. Pese a la fuerte atracción que los une, la vida erigirá entre ellos barreras invisibles que pondrán a prueba la solidez de su relación.
La sutileza de los rasgos psicológicos de los personajes, así como la hondura y complejidad de una historia que suscita en los lectores las reacciones más variadas, resaltan la admirable madurez literaria de este joven autor a la hora de asomarse, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad.