Este libro es un relato inspirador, la ruta de acceso a esa vida con la que siempre has soñado.
La mayoría de los seres humanos tenemos una faceta creativa que casi nunca conseguimos -o no queremos- desarrollar, por motivos prácticos o personales. Gilbert defiende la necesidad de explorar esa faceta para alcanzar una existencia plena, para lo cual es necesario superar el miedo (a hacer el ridículo, a perder el tiempo, a no ser tomado en serio) y abrazar la parte mística e intangible de la inspiración. La autora explica cómo tener una relación positiva con la propia creatividad, cómo ser disciplinado sin tomárselo demasiado en serio y cómo evitar las grandes expectativas pero, a la vez, no dejarse desanimar. Y asegura que cada pequeño acto cotidiano -hacer un dibujo, decorar la casa o practicar patinaje artístico- alimenta ese costado creativo, que debería formar parte orgánica de nuestras vidas.
Al mismo tiempo, desmitifica totalmente la figura del artista atormentado. Defiende en cambio una actitud abierta, receptiva y positiva en busca de la inspiración como resultado de la curiosidad sana, la disciplina y la determinación, que permiten poner límites al ego para poder sobrellevar decepciones y fracasos.
«La creatividad es sagrada y al mismo tiempo no lo es. Lo que hacemos importa muchísimo y al mismo tiempo no importa nada. Trabajamos en soledad, y nos acompañan espíritus. Estamos aterrorizados y somos valientes. El arte es una tarea abrumadora y un privilegio maravilloso. El trabajo quiere ser hecho, y quiere ser hecho por ti.»