¿Recuerdas aquellos días divertidos con las rodillas raspadas, las manos sucias y una gran sonrisa?
El gozo de una infancia llena de alegría y juegos que cada día cambiaban el rumbo del destino: escondidas, ponchados, rayuela, subirse a los árboles, montar en bicicleta... son momentos de una época inolvidable donde lo más triste era el regreso a casa.
Esta maravillosa invitación a vivir con intensidad el tiempo y la compañía a cualquier edad hace de “Los temerarios” un libro mágico.