"Desde sus primeras pinturas andróginas hasta sus últimos dibujos de figuras masculinas en estado de éxtasis (es decir, entre el amor fatal y la muerte inevitable) pareciera que se tratase de un espectro que llegó y se fue en olor de santidad figurativa. Sin embargo, las memorias de su hermana Beatriz Caballero se convierten en un complemento inesperado y necesario para la comprensión integral del misterio fascinante de su creación". Sandro Romero Rey
¿La obra de un artista se defiende sola? O, por el contrario, ¿los referentes de su vida privada enriquecen el conocimiento de su gestación? En el caso de Luis Caballero, uno podría estar más que seguro de que se trata de un dibujante y pintor contundente, que no necesita de la palabra para que su verbo se haga carne.