Mario es el amigo imaginario que todos quisiéramos tener: es ingenioso, amable y muy divertido. A Mario le gusta mucho tener amigos, pero se entristece cuando sus amigos dejan de necesitarlo
y esto siempre sucede cuando sus amigos encuentran amigos reales.
Mario quiere encontrar un amigo que siempre desee su compañía, y un día conoce a Sam. Los dos se vuelven inseparables, leen y juegan todo el tiempo y también han comenzado a dibujar un cómic. Todo va muy bien, hasta que Sam conoce a Sammi
una niña real, como él. Mario está muy triste, pues sabe que pronto desaparecerá... pero, ¿quién sabe? Tal vez esta vez las cosas sean distintas.