Matthieu Ricard nació en 1967, a los veintiún años, cuando conoció a su padre espiritual en Darjeeling (India). Cinco años después dejaría su brillante carrera científica, a la que parecía estar destinado, para trasladarse a una pequeña cabaña en el Himalaya.
Su primera vida, repartida entre la ciudad y el campo, le había convertido en un joven amante de la naturaleza y de la música clásica, con curiosidad por la espiritualidad y por desvelar los misterios de la biología molecular. Su segunda vida le llevó por el camino de la Iluminación, tras las huellas de los grandes budistas tibetanos, recibiendo las enseñanzas de Kangyour Rinpoche y Dilgo Khyentsé Rinpoche, el admirado maestro del Dalai Lama y una fuente inagotable de inspiración.
En tres décadas su destino cambiaría por completo, alternando los retiros de meditación en lugares incógnitos con múltiples viajes a Bután, la India, Nepal, el Tíbet?, salvaguardando el patrimonio espiritual tibetano. Ricard, conocido como «el hombre más feliz del mundo», narra en estas páginas su vida, la de un monje errante sin ataduras materiales ni geográficas, siempre en camino hacia la libertad interior y el bien de los demás.