El motivo favorito y más permanente de Amedeo Modigliani fue la figura humana. Sus retratos de mujeres, en particular, transmiten su mirada comprensiva y altamente individual. Aunque su obra consiste principalmente en pinturas y dibujos, se dedicó exclusivamente a la escultura de 1909 a 1914. Modigliani tuvo poco éxito durante su vida, pero ganó gran popularidad y reconocimiento después de su muerte.