Momo nació en 2017. Llego a nuestro hogar en 2018. En una de sus aventuras tuvo una fractura en la pata derecha que no fue atendida y decidimos adoptarlo. Durante un mes luchamos contra la infección, pero ya estaba muy avanzada y tuvimos que amputarla. Es juguetón, amoroso y muy travieso. Perdió una pata, pero a cambio encontró una familia que lo hace muy feliz.