La fuerza de la escritura de Emerson es un hecho incontrovertible. De pocos autores modernos puede
afirmarse con la misma rotundidad de Emerson que sus libros «leen» a sus lectores, antes que ser leídos por ellos. Renovar el sentido de sus páginas significa, por tanto, renovar nuestra capacidad de leer, de leer en ellas indicios de que este mundo no tendrá verdaderos fundadores a menos que sea descubierto por nosotros. La renovación de la mirada y el consiguiente trastorno de las convicciones han convertido a Emerson, como decía Dewey, en el paradigmático filósofo de la democracia.
Este eminente ensayo expone los principios de la filosofía de Emerson y nos anima a aceptar y apreciar nuestra relación con la naturaleza.