André Breton, el fundador de la corriente surrealista, se siente muy desamparado. Su mujer ha desaparecido de su vida, sus compañeros surrealistas se han ido o han sido excluidos del movimiento y, sobre todo, le parece que ha perdido lo que le hizo ser el alma del surrealismo. Decide entonces contratar a su amigo, el detective Nick Carter, para investigar y hallar esta cosa indescriptible que supuestamente le fue robada: «el oro del tiempo».