La filosofía de Nietzsche desarrolla lo trágico como una caracterización que, además de estética, envuelve una visión ontológica y ética. Desde El Nacimiento de la Tragedia hasta los últimos Fragmentos póstumos, es posible adentrarse en un recorrido en el que se rastrea la crítica a la visión de Aristóteles sobre la tragedia, así como la conformación de una redención en la apariencia que logra implementar un compromiso vital ético-estético.