Ya de niño Charles inventaba sus propias aventuras. Pero su vida cambió inesperadamente cuando su padre fue enviado a prisión por deudas. Entonces, con solo doce años, tuvo dejar de estudiar y empezó a trabajar en una fábrica. Antes de ser un periodista y escritor reconocidos, trabajó en un bufete de abogados y también hizo sus pinitos como actor. Consciente del poder de una buena historia, en sus novelas denunciaba abusos propios de su época dando voz a los niños pobres. Novelas como Grandes Esperanzas, Oliver Twist y Canción de Navidad dan fe de ello y hoy en día siguen emocionando a millones de lectores.