Un cuento para aprender a convivir. Camilo ha cambiado de escuela y está contento: hará nuevos amigos y se lo pasará muy bien. Pero ¡atención!, que en el fondo de la clase hay un par de bichos que se llaman Marta y Enrique y que se comunican a base de golpes, patadas, mordiscos, arañazos y tirones de pelo.
¡Esto se tiene que acabar! ¡No se puede ir por el mundo agrediendo a los compañeros! Pronto, entre todos, padres y niños, encontrarán la solución.