«Ahora me daba cuenta de que llevaba mucho tiempo rodeado por la inspiración. Sólo que había estado muy inmerso en vislumbrar el horizonte lejano como para poder verla. Ahora que estaba de nuevo al nivel del piso y mirando a la vida de lleno a la cara, me vi confrontado con lo que siempre había estado buscando: algo sobre lo cual escribir».
Después de muchos años de posponer la tarea, Jarvis Cocker se decide finalmente a revisar los objetos personales que conserva amontonados en un desván londinense, para decidir cuáles debe tirar y cuáles conservar. El resultado de dicho inventario es Pop bueno, pop malo, un entrañable, lúcido y muy divertido relato de una de las trayectorias musicales y artísticas más importantes de las últimas décadas. Cocker utiliza los objetos que marcaron su vida como referentes para contar la historia de un chico tímido... extraño, que desde la adolescencia tenía libretas donde apuntaba cuál sería el vestuario de su futura banda, de nombre Pulp, y cómo puso en marcha con gran tenacidad su plan para plasmar en su música y su arte un inmenso impulso creativo.
Entre muchas otras cosas, se trata de una oda a la creatividad y al poder de la música y de la cultura pop en general, como una de las principales fuerzas culturales del mundo contemporáneo. Y es también el recuento íntimo y personal de una vida musical que ha tocado y puesto a bailar a millones de personas a lo largo de todo el mundo.